Las familias son el núcleo central para los niños. Establecer desde los inicios unos vínculos sólidos y mantenerlos les proporcionará seguridad y alcanzarán un desarrollo pleno y armonioso de su personalidad.
No hay manual para ser padres. La experiencia vivida, la genética como especie y el ambiente (la sociedad en la que nos toca vivir) nos marcan el camino. Un apoyo son las Escuelas de Padres.