Si nuestro hijo crece y se desarrolla bien no hay que preocuparse por la cantidad que comen. No hay que usar estimulantes del apetito o forzar a comer.
¿Me preocupo demasiado por lo que come mi hijo? Todos me dicen que come poco… ¡Y otros niños comen más! ¿Cómo estar tranquilos? A ver si podemos en este artículo aclarar tus dudas.
Como con todos los medicamentos, a estos tampoco hay que perderles el respeto. Hay que conocerlos bien, saber su utilidad y sus riesgos. Y dejarte recomendar por tu pediatra.
A veces los niños comen mal o comen poco, o se comportan mal durante la comida. Hay tantos casos como niños malcomedores. Cada niño tiene su propia solución. No hay fórmulas mágicas. Os damos algunas ideas.